Durante las distintas etapas de la vida nos encontramos con situaciones en la que debemos gastar un dinero que no teníamos previsto.
Ya sea que se dañe la nevera, el motor del carro empiece a fallar, o cuando deja de funcionar la lavadora o algún electrodoméstico importante, probablemente, por el tipo de vida que tenemos, estos arreglos o reemplazos piden inmediatez.
En ese momento que no se esperaba es cuando nos preguntamos… ¿y ahora de dónde saco el dinero para pagarlo?
Por fortuna, cuando se cuenta con un “colchón” o fondo de emergencia, en este tipo de situaciones es más sencillo salir de apuros sin caer en deudas innecesarias.
Sin embargo, hay quienes deben recurrir a un préstamo o utilizar su tarjeta de crédito para hacer frente al gasto no planeado, lo cual les genera un desfase en sus finanzas.
Para ayudar a quienes no cuentan con ese dinero extra al cual llamaremos “ahorro de emergencia”, hay formas de aprender a conseguirlo. Te contamos cómo:
Empieza de a poco y sé constante
Aunque lo ideal es reunir una suma de dinero que ayude a solventar los gastos imprevistos, para comenzar solo será necesario juntar un dinero a corto plazo.
Por consiguiente, este fondo permitirá afrontar gastos medianos y pequeños no imprevistos en la cotidianidad.
Con este ahorro también es posible afrontar gastos urgentes, pero no contemplados, como un vidrio roto, el mantenimiento del carro, entre otros.
¿Cuánto debo tener en el fondo de emergencia?
Expertos en finanzas personales afirman, que para saber cuánto es lo mínimo que debemos aspirar, debemos sacar el presupuesto de lo que costaría el electrodoméstico más caro.
Esta es una referencia que se aproxima a la posibilidad de solventar un imprevisto con ayuda de un fondo.
Lo cierto es que si uno se queda sin trabajo o tiene algún tipo de necesidad mayor e inevitable (como una cuenta médica) ese monto de dinero no será suficiente para afrontar esos escenarios.
Por lo cual, recomendamos que analices tu propio tope teniendo en cuenta tus necesidades y las de tu familia.
El ahorro es permanente
Lo ideal es tomar el ahorro como una conducta permanente que no debemos dejar de realizar ni fomentar en el hogar.
Quizá suene demasiado, pero si uno cuenta con ese dinero ante un inconveniente, seguramente cuando surja un problema, se puede enfrentar con menos estrés que si no lo tuvieras a disposición.
Ajustar el presupuesto
Si realmente tienes ganas de contar con un fondo de emergencia, recomendamos que ajustes por un tiempo tu presupuesto y evitar gastos innecesarios para llegar más pronto a la meta.
Por otro lado, recuerda que también puedes hacer un ahorro programado para que sea más sencillo y facilitarte
Sal de deudas
En general no es compatible pagar las deudas y ahorrar para un fondo de emergencia.
Por tanto, te recomendamos tener la menor cantidad de deudas y luego comiences a ahorrar dinero para tu fondo, o de forma paralela, si eso fuera posible.
Esto es, porque cuanto más tiempo estemos endeudados mayor será el interés que debamos pagar.
En otras palabras, salir del endeudamiento y evitar gastos innecesarios ayuda a maximizar el ahorro para el fondo de emergencia.
Genera consciencia en tu familia y amigos
Por lo general, las personas no tienen consciencia de cuán importante es un fondo de emergencia, hasta que efectivamente precisan dinero extra.
Reunir el tiempo y el esfuerzo para juntar dinero para construir un fondo de emergencia es una manera simple de asegurar un poco de tranquilidad tanto para los seres queridos, como para sí mismo.
Coméntalo con tu familia y amigos para que todos puedan tener esta tranquilidad que da contar con un fondo de emergencia. Te agradecerán este consejo.