¿Sabías que la economía solidaria es un movimiento global para construir un mundo que piense en las personas y el planeta?
En el mundo hay prácticas diversas que integran el modelo de economía solidaria que podemos promover.
En este sentido, la economía solidaria incluye una amplia gama de prácticas económicas que se alinean con sus valores:
Algunos de ellos son: solidaridad, democracia participativa y equidad en todas las dimensiones.
Las prácticas de economía solidaria existen en todos los sectores de la economía: producción, distribución e intercambio, consumo, finanzas y gobierno y estado.
No solamente las cooperativas y cooperativas de ahorro y crédito son propiedad y administración colectiva de sus miembros. Este es un solo ejemplo.
La autora, Emily Kawano, fundadora de la Red de Economía Solidaria de EE. UU., y autora de Siete formas de construir la economía solidaria, afirma que dentro de las prácticas se incluyen “los fideicomisos de tierras comunitarias, presupuestos participativos, monedas sociales, bancos de tiempo, préstamos entre pares, sistemas de trueque, intercambio de regalos, huertos comunitarios, ideas sobre «los comunes», algunos tipos de comercio justo y la economía colaborativa, y el trabajo de cuidado no monetizado”
Plantea que, al fomentar la economía solidaria, promovemos la noción del buen vivir, también llamada “vivir bien y en armonía con la naturaleza y entre sí”.
Añade que esta economía nutre nuestra capacidad de solidaridad, cooperación, reciprocidad, ayuda mutua, altruismo, cuidado, intercambio, compasión y amor.
Con ello, nos da algunas pautas para promover la economía solidaria en nuestra comunidad y en el mundo; te las contamos a continuación:
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Aumentar la autoaprovisionamiento y la producción comunitaria.
Es decir, nuestra capacidad para enfrentarnos ante un desempleo masivo que podría traer el desarrollo de la inteligencia artificial y el auge tecnológico.
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Mover el dinero.
Por consiguiente, invita a considerar el movimiento de nuestro dinero a una cooperativa de ahorro y crédito, en caso que se tenga en un banco grande.
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Invertir o donar a nuevas instituciones económicas.
Por ello, recuerda que siempre existe la opción de participar en campañas de crowdfunding. Donar dinero y apoyar con ello a las organizaciones y redes de economía solidaria.
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Priorizar la vivienda para su uso, no la especulación.
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Conectar y hablar con otros, en el sistema económico emergente.
Al respecto, dice:
“Si ya está involucrado en una institución como una cooperativa, encuentre formas de conectarse con otras personas para construir cadenas de suministro que funcionen sobre principios de solidaridad. Hay un millón de formas de ayudar a que la economía solidaria sea más fuerte y más visible. Incluso solo hablar de eso es valioso”
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Vive los principios.
En este aparte, la autora nos habla de la importancia de brindar atención a nuestra infancia, a los ancianos, vecinos y comunidades, “no por dinero, sino por nuestra capacidad innata de amor, amistad, reciprocidad, cuidado y compasión”.
Por ello, nos invita a reconocer la economía solidaria que se encuentra en nuestro derredor e invitar a otros a hacer parte de ella de la misma forma.
Te invitamos a ser parte de este movimiento que nos ayuda a tener un mundo mejor, haciéndote asociado de nuestra cooperativa de ahorro y crédito Cootracerrejón.