Por: Sebastián Garaviño Ramírez
Psicólogo de profesión, responsable de Redes Solidarias de la Asociación de Cooperativas y Empresas Solidarias del Huila ASOCOOPH
“La esperanza de un gobierno diferente significa la posibilidad de avanzar en un nuevo contrato social que permita un equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad. Una nueva ecología de instituciones más rica y diversa, donde las cooperativas y las empresas solidarias están llamadas a ser protagonistas.
A partir de esto, y recogiendo conclusiones del período de empalme, reflexiones desde la Mesa Nacional de Economía Social y Solidaria – MNESS, y propuestas de gremios como CONFECOOP, planteo tres expectativas que tenemos en este nuevo gobierno”.
Expectativas del nuevo gobierno
“Primero, en relación a la presentada Reforma Tributaria las empresas de economía solidaria esperamos que pueda “corregirse” el desconocimiento que se nos hizo con la Ley 1819 de 2016 que representó un retroceso para el sector. Esto debido a que no somos generadores de renta y nuestros excedentes son retribuidos a los asociados en diversos programas sociales y beneficios comunes.
Por tanto, esperamos mantener el régimen tributario especial y que se discuta la recuperación la inversión del 20% de nuestros excedentes que aplicábamos en programas de educación formal”.
Mucho más que un dato
“Solo un dato: en el período 2004 – 2014 los recursos aproximados aportados por Decreto n. 2880/2004 fueron de más de 588 mil millones de pesos, es decir, más de 37 mil 650 millones de pesos por año.
Una inversión realizada por más de 15.618 empresas de economía solidaria que significó para miles de estudiantes nueva infraestructura educativa, becas para matrículas o manutención, o hasta sostenimientos de colegios”.
Reestructurar la arquitectura institucional
“Segundo, es urgente reestructurar la arquitectura institucional ya que las políticas públicas de forma parcial nos han garantizado poder actuar como empresas y se nos reconoce nuestra acción socioeconómica, pero no hay suficiente compromiso desde las instituciones del Estado para fortalecer la credibilidad de la Economía Solidaria en relación con la legitimidad política en la sociedad.
Por tanto, se debe revisar y adecuar la estructura de fomento, promoción y fortalecimiento. Reestructurar su carácter, presupuesto y su cobertura en los distintos niveles nacional, departamental y municipal”.
El rol de la SuperSolidaria
“Es así como la UAEOS debe transformarse, posiblemente, en un Departamento Administrativo que permita articular toda la oferta que desde diferentes dependencias están generando hacia la asociatividad, el emprendimiento colectivo y la economía solidaria.
En ese mismo sentido, el rol de la Supersolidaria debe estudiarse para permitir una actualización en materia normativa relacionada con la regulación, supervisión y garantías, y que tenga espacio ideas como un nuevo sistema de clasificación de las empresas del sector para efectos de supervisión; o mecanismos y condiciones de colaboración por parte de los gremios en actividades para la supervisión, entre otras”.
Reconocimiento y capacidad de acción del sistema financiero solidario
En tercer lugar, con base a las metas e intenciones proyectadas en el Plan de Gobierno en el eje “De una economía extractivista hacia una economía productiva”, es fundamental fortalecer el reconocimiento y capacidad de acción del sistema financiero solidario, que integra más de 1.200 entidades representadas en 175 cooperativas de ahorro y crédito, 2 bancos de naturaleza cooperativa, 5 cooperativas financieras y más de mil cooperativas de aporte y crédito, con un total de cartera bruta en 2021 de 25,38 billones de pesos, y un impacto en millones de familias colombianas.
Todo esto, a pesar de la serie de obstáculos desde los lineamientos normativos, dificultades para acceder al fondeo por parte de la banca pública, y limitaciones para generar mayor inclusión financiera.
Como actividad financiera y crediticia, todas estas empresas de economía solidaria están en la capacidad de fortalecer las economías populares, la actividad agropecuaria, y la industrialización del país, a través del acceso a crédito mediante líneas especiales en asocio con la banca pública.
Mayor compromiso en la historia con la construcción de país
Así mismo, en alianza con entidades gubernamentales y sociales, generar acompañamientos que permitan un crecimiento económico en la generación de ingresos, puestos de trabajo y tejido empresarial en las regiones de Colombia.
Finalmente, estas expectativas no son más que el deseo de asumir un mayor compromiso en la historia con la construcción de país, ya que el sector de la economía solidaria ha demostrado ser una herramienta de transformación social que llega donde la empresa privada o el Estado han sido incapaces de acercarse, y que hemos tejido paces y desarrollo local en los territorios de la nación”
Este artículo ha sido tomado de la Revista Contacto #57. Léela completa aquí