Las vacaciones son un factor crucial para toda pareja. Poder escaparse de la rutina, romper la cotidianeidad y conectar en otros espacios, es un punto clave y hasta imprescindible.
El hecho de no poder viajar puede traer frustración, malestar, e incluso etapas de crisis.
Por eso nos parece urgente hoy, acercarte tres trucos muy útiles para lograr un ahorro conjunto, que transforme a las vacaciones, en una opción tangible.
Es fundamental ser honesto/a con tu pareja sobre tu economía. Tanto lo que concierne a tus deudas, como a ingresos y aumentos.
Para poder construir, hay que hacerlo de a dos.
En lo que respecta a deudas o imposibilidad en el ahorro, poder compartir con otro sobre tus gastos puede favorecerte.
Muchas veces las personas se ven impedidas de separar dinero por generar gastos innecesarios o tener una mala organización del dinero (por ejemplo, cuando se gasta más de lo que se cobra).
Uno de los errores más comunes es el uso excesivo de tarjetas de crédito, que puede llevar primero a un endeudamiento sistemático, y desencadenar después en una fuerte crisis económica.
Una vez que resulta clara la situación financiera de ambos, el siguiente paso es reflexionar y determinar acerca de cuáles serán las prioridades y las metas que van a establecer de forma conjunta.
Si queremos vacacionar, ¿A dónde queremos viajar? ¿Cuánto dinero tenemos que ahorrar? ¿Con qué período de tiempo contamos para hacerlo?
A partir de estas preguntas, pueden establecer juntos un plan de ahorro.
Para ello, pueden primero diagramar estrategias a corto plazo, y gradualmente ir generando otras que permitan plazos mayores, o el cumplimiento de objetivos más grandes.
Por ejemplo, las primeras vacaciones se pueden proponer viajar a un destino cercano o realizar un viaje más económico, y gradualmente pueden proyectar viajar a destinos más lejanos o realizar estadías más lujosas o con mayores comodidades.
Es posible desarrollar estrategias en conjunto.
Estas pueden empezar por ejemplo con un cambio de hábitos, como suprimir gastos personales innecesarios, o reducir algunos gastos compartidos, que muchas veces son mucho mayores y representan una gran suma de dinero. Como por ejemplo sustituir salidas a cines o restaurantes por otro tipo de planes que impliquen menores gastos.
Pero determinar cuánto dinero se necesita para las vacaciones que se proyectan, no resulta suficiente. Tampoco la reducción de gastos y el cambio de hábitos.
Para que todo ello valga la pena, la sistematización y la organización, son factores cruciales.
Esto implica poner orden de ingresos y egresos, llevar un control de las deudas (y en lo posible evitarlas, junto con el uso de tarjetas de crédito), y destinar un porcentaje del sueldo al ahorro (definir cuánto destinará cada uno). También es preciso delimitar cómo se irá separando ese dinero, si en plazo fijo, en otra moneda.
A su vez, es imprescindible poder generar instancias de diálogo con cierta frecuencia (mensualmente o lo que se considere necesario). Por ejemplo, si hay aumentos salariales o cambios de trabajo, la situación de los ingresos puede ir modificándose.
Asimismo, la inflación puede influir en la cantidad de dinero posible para ahorrar, o determinados meses pueden conllevar gastos más grandes (por ejemplo si hay cumpleaños o festividades).
No lo olvides, para poder concretar algo con tu pareja, es necesario poder construirlo y proyectarlo de forma conjunta.
Y a ustedes, ¿a dónde les gustaría viajar?
Recuerda que siempre puedes contar con nosotros para ayudarte a encontrar la mejor forma de ahorrar para viajar cada año con tu pareja. Una de las mejores estrategias, es el ahorro programado. Te contamos más en este artículo
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